The sight of Manhattan from the Brooklyn bridge never fails to move visitors. Credit: Arthur Brognoli/Unsplash

Las mejores cosas que ver en Nueva York

La Gran Manzana no necesita presentación, pero nunca está de más llevarte una idea de lo que puedes ver y hacer

by Shandana A. Durrani

Nueva York es una ciudad maravillosa. Cualquier neoyorquino lo sabe, además de los 47 millones de visitantes que recibe cada año. 

Fue el hogar de la tribu de los algonquinos, los holandeses y los ingleses, que se establecieron aquí entre los siglos XVI y XVII. Durante la guerra de Independencia, la mayoría de los habitantes eran europeos occidentales, algo que continuó así hasta finales del siglo XIX, cuando llegaron los inmigrantes del sur y el este de Europa. En la actualidad, la ciudad que nunca duerme es un auténtico crisol de culturas, desde europeos a africanos, pasando por asiáticos y sudamericanos. Que no te sorprenda si escuchas a gente  por la calle hablar en español, suajili o urdu. 

Dividida en cinco grandes distritos (Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island), sus habitantes están muy orgullosos de Nueva York, así como de su distrito de origen, llegando a afirmar que es el mejor del mundo. 

No importa si estás aquí para una pequeña escapada o para unas vacaciones de dos semanas, la Gran Manzana ofrece un sinfín de posibilidades para todos los gustos. No dudes en darle un mordisco y saborearla al máximo. 

Nueva York

Dónde comer

Tanto si buscas un menú degustación de 10 platos, como una cena que no cueste más de 10 dólares, seguro que lo encuentras en Nueva York. Aquí abundan los chefs de renombre y los restaurantes más galardonados, como por ejemplo Per Se de Thomas Keller, en el Times Warner Center, o Le Bernardin de Eric Ripert, en West 51st Street. 

Dirígete al Bronx para probar la cocina latinoamericana. Harlem es muy famoso por tener una gastronomía llena de sentimiento. Desde el Uptown hasta el Midtown, hallarás una enorme cantidad de locales americanos y continentales, así como algún que otro restaurante étnico. Gramercy y Chelsea son sinónimos de la buena cocina. ¿Te apetece comer en el restaurante de moda? Seguro que lo encuentras en el West Village. Por otra parte, el East Village tiene muchas alternativas étnicas, como coreano, japonés, indio o latino. En Soho y Tribeca abundan los restaurantes chic al aire libre. Los típicos camareros de delantal blanco te intentarán convencer de que visites su establecimiento en Little Italy. Los neoyorquinos siempre eligen Queens cuando se trata de la gastronomía asiática. Brooklyn, en cambio, se ha convertido en todo un sueño para los gourmets, pues los chefs se han asentado en Williamsburg, Caroll Gardens y Cobble Hill. Incluso en Staten Island hay opciones interesantes para comer. 

¿Estás buscando auténticos varenyky y bigo? Entonces encamina tus pasos hasta el restaurante ucraniano Veselka, toda una institución en el East Village desde 1954. Cuenta con un espacio luminoso, bastante bullicioso y con un menú variado, lleno de platos nacionales y extranjeros. Los famosos varenyky, también conocidos como pierogis, se elaboran desde cero y se sirven hervidos o fritos, acompañados de una salsa de manzana dulce. El bigo es un guiso campesino, hecho con kielbasa, cerdo y chucrut. 

Blossom fue uno de los primeros restaurantes veganos en Nueva York. Allí elaboran deliciosas recetas orgánicas y kosher, como el tofu al pesto con maíz dulce y guisantes, o el Black Eyed Pea Cake. La hamburguesa de queso con bacon de soja te sorprenderá muy gratamente. Todos los ingredientes que usan son de origen local y de pequeños productores. 

Es muy habitual ver largas colas en la puerta de Tartine, un pequeño bistro francés del West Village. ¿El motivo? Te será difícil encontrar unos huevos benedictinos como los suyos. Los huevos están perfectamente escalfados y la salsa holandesa tiene su punto justo. Prueba también el croque monsieur, la savory tartine (una especie de sándwich abierto) o la bouchée à la reine, un pastel de pollo con albóndigas y champiñones. 

Desde 1998, Cafeteria no ha dejado de tener público. Este excelente restaurante funciona las 24 horas y tiene un ambiente moderno, con sillas blancas rodeando las mesas negras en el comedor principal, mientras los techos azules destacan en la planta baja. El lugar es idóneo para un buen desayuno americano después de una noche de fiesta. No dejes de probar el pastel de carne, una de sus especialidades. 

Qué hacer

Las mejores cosas que ver en Nueva York
Son muchos los poetas que han sucumbido ante el skyline perfecto de Manhattan.
Foto: Mike C. Valdivia/Unsplash

En el terreno de los atractivos turísticos hay que incluir desde los más conocidos, como el Empire State Building o el Rockefeller Center, hasta los más peculiares, como el Museum of Comic and Cartoon Arts. Y por supuesto no podemos olvidar la vibrante vida nocturna de Nueva York, pero vayamos paso a paso. 

Chelsea tenía hasta hace poco pocos espacios para pasear al aire libre, así que la noticia de la construcción del High Line fue muy bien recibida. Esta pasarela pública, por la que una vez circularon los trenes, se inauguró en junio de 2009, extendiéndose desde Gansevoort Street hasta  20th Street. Los encargados de diseñar este proyecto fueron los estudios de arquitectura James Corner Field Operations and Diller Scofidio+RenfroVisitors, mezclando elementos urbanos y naturales. Al recorrerlo puedes contemplar los árboles, descansar en sus bancos de madera o contemplar el Hudson y la Estatua de la Libertad. Uno de espacios más destacados del High Line es la 10th Avenue Square, con gradas para sentarse y cristaleras para ver el tráfico pasar. 

El Rubin Museum of Art abrió sus puertas en 2004, con más de 6.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Su exposición se centra en el arte originario del Himalaya y sus alrededores. Accede por su escalera de acero y mármol para contemplar las más de 2.000 obras que alberga el edificio, desde Budas centenarios hasta telas de Afganistán. Este centro organiza todo tipo de eventos culturales, como proyecciones de películas, espectáculos de danza o debates. 

El Van Alen Institute se fundó en 1894 como la Sociedad de Arquitectos de Bellas Artes en Nueva York. Renombrado en honor a William Van Alen, arquitecto del Edificio Chrysler, este complejo celebra la arquitectura en todas sus formas. El instituto anima al público a participar en lecturas y seminarios, asistir a exposiciones sobre diseño o paisajismo, así como a consultar su enorme archivo
de documentos. 

Tras una larga jornada de turismo, llega el momento de divertirse. Estás en la ciudad donde empezó la revolución de las discotecas, el hip hop y los bailes más locos, como el break dancing o el uptown shake. La vida nocturna de la Gran Manzana está sin duda en lo alto del ranking, ¿por qué sino iba a conocerse como “la ciudad que nunca duerme”?

1 OAK sigue siendo uno de los clubs más míticos de Nueva York. Su cuerda de terciopelo es difícil de atravesar, así que asegúrate de ir bien vestido. Una vez en el interior, con más de 500 metros cuadrados, su diseño te conquistará. El arquitecto Roy Nachum creó un espacio de lo más elegante para que estuviera en boca de todos. Una barra de mármol negro y cristal, con madera brasileña, domina la sala principal. Las paredes de color chocolate están cubiertas de letras doradas. La zona de baile es algo más pequeña, pero eso no impide que sea un estupendo lugar de reunión para tomar algo. 

Otro de los clubs más recomendables es Raines Law Room, inaugurado en 2009 por los propietarios de La Petite Abeille y situado en un local subterráneo. Los asientos rodean mesas con tableros de ajedrez, mientras que el papel pintado del baño tiene motivos eróticos. Elige alguno de los deliciosos cócteles de su carta, como el Champs Elysees o el Communist’s Daughter. Mejor que olvides los pantalones cortos y las chanclas, pues aunque no tienen una norma estricta en cuanto a vestimenta, lo mejor es ir arreglado. 

Employees Only fue el resultado de la unión de varios socios, como Jason Kosmas, Bill Gilroy o Dushan Zaric, camareros del desaparecido Pravda. Abierto en el año 2005, este local es famoso por elaborar cócteles para los más atrevidos. Entre ellos encontrarás el Westside, un vodka de limón Meyer con menta fresca, o el letal Yellow Jacket, hecho a base de tequila, chartreuse amarillo y St. Germanine. Los fines de semana suele estar bastante abarrotado, por lo que es mejor llegar temprano y ser simpático con el portero. 

Dónde dormir

The Townhouse Inn of Chelsea

Ubicado en una casa de cinco plantas del siglo XIX, The Townhouse Inn of Chelsea es un bed & breakfast familiar, ideal para parejas que busquen un alojamiento tranquilo, alejado del ritmo frenético de Nueva York. Las antigüedades y las fotografías de época decoran cada una de las 14 habitaciones. A los francófilos les entusiasmará la habitación azul y crema inspirada en Francia. La estancia con temática de los años 40 tiene muebles Heywood-Wakefield y una radio Zenith, que aun funciona. Todas las habitaciones cuentan con baños modernos, colchones cómodos y persianas en las ventanas, para una mayor privacidad. 

Nueva York

Crosby Street Hotel

El Crosby Street Hotel abrió sus puertas a finales de 2009, un edificio de 86 habitaciones que fue el primero en Nueva York de la cadena Firmdale Hotels. Tiene varios espacios verdes, un patio de esculturas, un pequeño bosque y un jardín en la azotea. Anteriormente fue un aparcamiento, pero ahora este hotel es un ejemplo de alojamiento contemporáneo, con un estilo ecléctico. En la planta baja te toparás con una escultura de acero de Jaume Plensa, un restaurante con bar, un salón privado o una sala de proyección. Cada una de sus modernas habitaciones y suites están decoradas de forma diferente, con ventanas amplias, techos altos y mucha luz natural. Algunas de ellas presentan colores más neutros y otras son algo más coloridas.