Con Pekín 2022 a la vuelta de la esquina, ya es hora de empezar a sentir la emoción de los Juegos Olímpicos de Invierno. Foto: Shutterstock

¡A por el oro! Celebra los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 en sus clásicas sedes

Ante la inminente llegada de Pekín 2022, empápate del espíritu deportivo visitando estos destinos olímpicos europeos

by Becky Mumby-Croft

Más pronto de lo habitual, tras los Juegos Olímpicos de Verano (¡gracias, pandemia!), se acercan estos anticipados Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. Se espera un evento espectacular en Pekín, donde los mejores del mundo compiten en deportes de nieve como patinaje sobre hielo, patinaje de velocidad, hockey sobre hielo, esquí, curling y snowboard.

Visitar China puede resultar complicado este año, así que hemos elegido cinco destinos que han acogido anteriormente los Juegos Olímpicos de Invierno en Europa, donde podrás empaparte del espíritu olímpico. 

Chamonix, Francia

En 1924, la estación alpina francesa de Chamonix celebró los primeros Juegos Olímpicos de Invierno de la historia. El Comité Olímpico eligió el municipio por su fama de destino entre esquiadores y por su estación de tren,¡algo con lo que podemos estar de acuerdo! Más de 10.000 espectadores asistieron a estos primeros Juegos de Invierno, lo que supuso un enorme éxito.  

Chamonix

No queda mucho de aquellas primeras Olimpiadas de Invierno, pero todavía se puede vivir el espíritu esquiando en el Mont Blanc. Sus pistas de nieve en polvo van desde la categoría de principiante hasta la de doble negro, por lo que todo el mundo puede disfrutar deslizándose por sus pistas sagradas. 

Para los que prefieran empaparse del ambiente, hay que dirigirse a uno de los muchos locales de Chamonix para el après-ski. Nuestro favorito es el Bar Du Moulin, un pequeño establecimiento con techos bajos de madera y paredes de piedra. Tómate una copa y festeja como si acabaras de ganar una medalla de oro. 

Innsbruck, Austria

Con los Alpes nevados como telón de fondo y casas de colores pastel, Innsbruck es el lugar perfecto para las olimpiadas de invierno y ha sido sede de los mismos no una sino dos veces. 

Innsbruck

La primera vez fue en 1964, y fue un acontecimiento tan esperado que ni siquiera la falta de nieve impidió que los lugareños asistieran a los Juegos (el ejército austriaco desplazó 1.179 metros cuadrados de nieve para que los Juegos pudieran celebrarse). Innsbruck volvió a acoger los Juegos en 1976 después de que la ciudad estadounidense de Denver se retirara en el último momento. 

Hoy en día, todavía se pueden visitar las instalaciones de dos de los deportes más queridos de los Juegos Olímpicos de Invierno: el bobsleigh y el salto de esquí. El Centro de Bobsleigh de Igls permite a los conductores experimentados de estos peculiares vehículos lanzarse por la pista a velocidades de hasta 120 km/h.

Si prefieres mantenerte como mero espectador, visita el Salto de Esquí de Innsbruck. Remodelado por la arquitecta iraquí-británica Zaha Hadid en 2002, el llamativo edificio tiene una altura de 250 metros y ofrece unas grandiosas vistas de su caída casi vertical. 

Lillehammer, Noruega 

En 1994, fue el segundo turno de Noruega para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno. Situada a dos horas al norte de Oslo, el paisaje de Lillehammer está como modelado expresamente para los deportes de invierno, con sus espesos bosques, interminables colinas y suficientes montañas para satisfacer a esquiadores de todos los niveles.

Lillehammer

Aunque los Juegos Olímpicos se centran en “la emoción de la victoria y la agonía de la derrota”, en Lillehammer lo que hubo fue mucho drama, tanto fuera del hielo como dentro. La patinadora artística estadounidense Tonya Harding lanzó un ataque a su rival Nancy Carrigan y la dejó fuera de la competición. Esto hizo que el patinaje sobre hielo como disciplina se diese a conocer por todo el mundo, y Harding fue expulsada del deporte. El escándalo se convirtió posteriormente en la película Yo, Tonya, con Margot Robbie. 

Descubre el legado de Lillehammer con una visita al Museo Olímpico de Noruega. Este santuario contiene una mezcla de artefactos de Lillehammer ’94, Oslo ’52 y otros Juegos Olímpicos. No dejes de probar el simulador de biatlón, un deporte desafiante que combina el esquí de fondo y el tiro con rifle.

Sarajevo, Bosnia 

Sarajevo aún formaba parte de la antigua Yugoslavia cuando celebró los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984. Al ser el primer estado socialista en acoger los Juegos, consiguió derretir un poco el hielo en las gélidas relaciones entre Occidente y Oriente. 

Sarajevo

Ocho años más tarde, la ciudad estaba devastada por la guerra y el genocidio que asolaron los Balcanes, y el entusiasmo creado por los Juegos ya había desaparecido tiempo atrás. Las sedes abandonadas fueron reutilizadas: la zona de trineos se utilizó como posición de artillería y un hotel olímpico fue reconvertido en prisión. 

Desde entonces, Sarajevo ha renacido. Un momento simbólico fue la reapertura del teleférico del Monte Trebevic en 2018. Utilizado para llevar a los espectadores a las sedes olímpicas, las cabinas están decoradas con la bandera bosnia y los colores olímpicos. Coge el teleférico desde el casco antiguo y explora el monte Trebevic: puedes observar la pista de trineos, que ha sido conquistada por los grafiteros. 

Turín, Italia 

En el norte de Italia, Turín fue la última ciudad centroeuropea en celebrar unas Olimpiadas de Invierno, y sucedió en 2006. A diferencia de sus predecesoras, la ciudad adoptó un enfoque diferente: En lugar de acoger los Juegos fuera de la ciudad, Turín repartió los eventos entre las montañas cercanas y la propia ciudad. 

El evento fue un feliz acontecimiento y una de las Olimpiadas de Invierno más populares de la historia: ¡incluso los italianos se aficionaron al curling! Antes de acoger los Juegos, la ciudad atraía a aproximadamente un millón de turistas, mientras que hoy en día la visitan 6 millones de personas cada año. 

Turin


Dirígete a la Piazza Castello, donde se celebraron las ceremonias de entrega de medallas, o utiliza la ciudad como puerta de entrada a la Via Lattea, la estación con las pistas que acogieron las pruebas de esquí y snowboard. Y si eres un grandísimo aficionado a los Juegos Olímpicos de Invierno, visita Turín para ir motivándote para los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de 2026, que se celebrarán en la cercana Milán.