Frankfurt is the German financial hub. Credit: Jan Philipp Thiele/Unsplash

Las mejores cosas que ver en Frankfurt

La ciudad alemana de Frankfurt es una capital comercial que tiene mucho que ofrecer, desde los típicos bares de Apfelwein hasta museos de talla mundial

by The Window Seat

Múnich cuenta con sus tradiciones bávaras, Hamburgo tiene la efervescencia de una ciudad portuaria, y Berlín puede presumir de ser uno de los escenarios culturales más animados de toda Europa. Frankfurt, por otra parte, ha sido durante mucho tiempo la capital financiera de Alemania, lo que acarrea una reputación más convencional que no es demasiado atractiva a la hora de elegir destino. Sin embargo, esta urbe es un lugar sorprendente y muy recomendable para una escapada, con un buen número de museos (superado solo por Berlín), bares que invitan a probar su bebida local más célebre (el Apfelwein, un vino de manzana), e incontables experiencias que vivir más allá de un viaje de negocios. Su estatus comercial hace de ella una ciudad muy cosmopolita y los turistas encontrarán estupendas ofertas para alojamientos los fines de semana, cuando los hoteles se quedan libres. 

Frankfurt

Dónde comer

Las opciones gastronómicas de Frankfurt abarcan desde los favoritos de los altos ejecutivos hasta los pubs más informales. Dejando a un lado el local que elijas, tienes que probar algunas de las especialidades locales durante tu viaje: la salsa verde (hecha con siete tipos distintos de hierbas, huevos y crema agria), el Handkäs mit Musik (queso marinado en cebollas y vinagre) y, cómo no, las conocidas salchichas de Frankfurt. 

Una zona recomendable para comenzar a explorar la escena culinaria de esta urbe es Fressgass (que significa literalmente “calle de los pastos”), como se conoce popularmente a Grosse Bockenheimer Strasse, que discurre entre dos plazas, Opernplatz y Hauptwache. Se trata de una calle comercial peatonal, donde se sitúan a lo largo de un kilómetro numerosas fruterías, tiendas de delicatessen, cafés, bistros y panaderías. Meyer’s Delicatessen fue uno de los pioneros en este terreno, pues abrió sus puertas en 1948, y hoy es una parada obligatoria si quieres comprar algún regalo gourmet, desde vinos locales hasta sus salchichas especiales. En 1996 este local completó su oferta con un restaurante, que cuenta con una agradable terraza para los días soleados. Cambian el menú frecuentemente, con pasta, carne y una gran variedad de platos de pescado. Es posible que el servicio sea algo lento, aunque parte del encanto de Meyer’s es su ubicación, así que seguro que no tendrás demasiada prisa en terminar tu almuerzo. 

Frankfurt se sitúa en medio de algunas de las principales regiones productoras de fruta de Alemania, por lo que muchas de las manzanas que aquí se cosechan acaban convertidas en Apfelwein. El mejor barrio para probar esta bebida tan característica es Sachsenhausen, que antiguamente funcionaba como una ciudad independiente. A pesar de que una gran parte de Frankfurt fue arrasada durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de los edificios de madera y las calles empedradas de Sachsenhausen se salvaron. En la actualidad, este lugar ofrece a sus visitantes un contraste muy fuerte, en comparación con los rascacielos de la zona más financiera. Se cuenta que hay alrededor de 100 bares de Apfelwein en Sachsenhausen. Uno de los más queridos, ideal para empezar un tour de catas, es Adolf Wagner, que ha estado sirviendo únicamente esta bebida desde 1931. Wagner es también un buen local para probar algunas de las especialidades de Frankfurt, como el Handkäs mit Musik o las patatas y los huevos duros con salsa verde. 

Qué hacer

Las mejores cosas que ver en Frankfurt
La ciudad de Frankfurt está llena de museos y bares por descubrir. Foto: Shutterstock

La historia de Frankfurt como capital comercial se remonta varios siglos atrás (la primera feria se celebró en el siglo XIII y el mercado bursátil se estableció en 1585). Sin embargo, es menos conocida su importante faceta cultural, contando aproximadamente con 60 museos. 

Puedes hacer una primera parada en el Historisches Museum, que ofrece un viaje por la evolución de Frankfurt desde los primeros asentamientos celtas hasta la actualidad. La construcción de la ciudad moderna, tras ser prácticamente destruída durante la Segunda Guerra Mundial, es realmente sorprendente. Este museo otorga una visión completa de la historia de Frankfurt, abarcando más de 800 años. 

Uno de los museos más famosos es el Städel, situado en la orilla del río Meno contraria al Historisches Museum, en una zona conocida como Museumsufer, “la Orilla de los Museos”. Las más de 100.000 obras que se exponen en el Städel comprenden un período de siete siglos: un recorrido en el que están representados artistas alemanes como Lucas Cranach el Viejo, Alberto Durero o Ernst Ludwig Kirchner, pero que también abarca el arte del resto de Europa. Aquí podrás admirar cuadros de Rembrandt, Degas o Warhol, entre muchos otros. La Portikus Gallery, por otra parte, situada en una pequeña isla en el centro del río Meno, se centra en los artistas más actuales, tanto alemanes como internacionales. 

Otro centro destacado en esta peculiar orilla es la Deutsche Kinemathek, que profundiza en algunas de las más insignes figuras del cine, desde los célebres directores alemanes Fritz Lang y Rainer Fassbinder, hasta estrellas como Maximilian Schnell. Esta exposición permanente muestra el desarrollo técnico de las películas, mientras que las proyecciones y las exposiciones temporales se centran más en obras notables. Muy próximo se encuentra el Deutsches Architekturmuseum, ofreciendo un interesante recorrido por la historia de la arquitectura alemana, pero también por las nuevas propuestas de jóvenes arquitectos que han ganado el Premio DAM. 

Frankfurt ha sido el hogar de una importante comunidad judía (superada solo por la de Berlín) y, a pesar de la guerra se estima que en la actualidad viven en la ciudad cerca de 7.000. La sede principal del Museo Judío está siendo reformada y su reapertura está prevista para otoño de 2020; pero una segunda sede, el Museum Judengasse, se puede visitar y su exposición incluye restos de antiguas casas situadas en el gueto judío. Cerca se encuentran también los dos cementerios judíos de Frankfurt, un importante testimonio de la historia de esta comunidad y su supervivencia en el siglo XXI. 

La riqueza cultural de esta ciudad se extiende mucho más allá de las paredes de los museos. El Alte Opera House, inaugurado en 1880, reconstruido y abierto de nuevo en 1981, tiene un calendario de lo más apretado en cuanto a eventos. La mayoría son conciertos de música clásica, aunque puedes dar con otros géneros como el jazz o el teatro musical. 

Las citas de Frankfurt con las ferias comerciales son muy numerosas, con temáticas que van desde automóviles, tecnología óptica o la mundialmente conocida feria anual del libro, que se celebra en octubre y atrae a bibliófilos de todas partes. 

Dónde dormir

Toyoko Inn Frankfurt am Main Hauptbahnhof

Algunos de los mejores alojamientos de Frankfurt están cerca de la estación de tren, que además está en el centro de la ciudad. El Toyoko Inn Frankfurt am Main Hauptbahnhof tiene una decoración japonesa bastante sorprendente. Las habitaciones son pequeñas pero con un diseño muy eficiente. A pesar de no contar con muchas comodidades extra, salvando los peculiares baños japoneses, el precio económico y la excelente ubicación son razones suficientes para quedarse. 

Frankfurt

Maingau

Si quieres dormir en el barrio de Sachsenhausen, Maingau es una estupenda alternativa. Este céntrico hotel tiene muchos bares de Apfelwein cerca y está situado en una calle tranquila con vistas a un parque. Podrás ir caminando hasta la Plaza Römer (considerada el corazón del Frankfurt histórico) y a muchos de los museos de la ciudad. Las 73 habitaciones de este hotel familiar han sido renovadas siguiendo un estilo contemporáneo discreto. El bufé del desayuno uno de los puntos más destacados de los huéspedes. Al igual que pasa con la mayoría de alojamientos en Frankfurt, las tarifas de viernes a domingo son más baratas que de lunes a jueves, aunque Sachsenhausen se anima más los fines de semana.