No sé tú, pero yo cuando viajo me planteo con cuidado lo que voy a meter en la maleta, sobre todo si voy en avión, ya que la política de equipajes es más estricta.
Vivo en Berlín (pero soy de Roma) y cuando viajo a Italia me aseguro de tener espacio en mi equipaje para volver con comida (todo el que visite Italia debería hacer esto). Por lo tanto, es fundamental que haga la maleta de forma inteligente. He viajado tanto por Europa a lo largo de los años, que he aprendido a empacar como una experta. La pandemia me ha enseñado a ser aún más prudente con lo que llevo.
Estos son mis consejos y trucos anti-COVID para ayudarte a preparar la maleta para tu próximo viaje.
Elige la ropa adecuada
Sí, todos queremos variedad y, si eres una fashionista, varios pares de zapatos tienen que estar en la lista. Pero he aprendido que es mejor llevar solo lo que necesites de verdad. Pregúntate: ¿Adónde voy? ¿Cuánto tiempo voy a estar? ¿El tiempo va a cambiar mucho? ¿Qué tipo de actividades voy a realizar?
En cuanto a la ropa, menos es más. Si te gustan los vestidos, deben servirte para el día y la noche. Empaca uno, máximo dos, conjuntos para ocasiones especiales.
Intenta meter en la maleta prendas que queden bien con el resto. Si una prenda no puede coordinarse con tus conjuntos, déjala en casa. Considera tejidos más ligeros y transpirables que puedas poner en capas. No tendrás problemas si viajas en verano o a un destino cálido, pero siempre tendrás algo si de pronto hace mal tiempo. Evita los forros polares o los tejidos voluminosos. En su lugar, opta por un anorak de plumas o un chubasquero para los destinos lluviosos. Es fácil meter cosas de poliéster en la maleta, pero el algodón es mucho más cómodo.
Enrolla la ropa o dóblala verticalmente
Una vez que hayas seleccionado tu vestuario, es hora de hacer la maleta. Dobla los vestidos verticalmente en tu bolsa, o mejor aún, enróllalos: esto no sólo ahorra espacio, sino que te permite ver todo sin moverlo. Lleva las prendas más voluminosas o pesadas (vaqueros o botas) puestas en el tren, el autobús o el vuelo. Tendrás más espacio en tu bolsa.
Consejo: para ahorrar espacio, mete los calcetines en los zapatos y la ropa interior en las copas del sujetador.
Separa los artículos de aseo para cada día
Sí, los artículos de aseo son necesarios, pero no es necesario llevarte todo lo que hay en el baño. ¡Yo he tenido que aprender a frenar ese impulso!
Deja el rizador y el secador de pelo en casa y lleva sólo lo que necesites. Es decir, cepillo y pasta de dientes, champú, acondicionador, jabón, crema hidratante y, lo más importante, protector solar.
Los frascos grandes ocupan espacio, así que separa cada artículo en pequeños recipientes reutilizables de tamaño de viaje y asegúrate de tener sólo lo que necesites para cada día. Las normas de seguridad de los aeropuertos exigen que los envases sean pequeños y que los pongas en bolsas de plástico transparentes, así que siempre viene bien tener unos cuantos a mano.
Consejo: Si eres ecologista, puedes utilizar objetos que tengas por casa. Los estuches de las lentillas, por ejemplo, pueden servir para llevar líquidos. También puedes usar una pajita, llenándola de champú y sellando ambos extremos con un mechero. Escribe el contenido en cada pajita para no mezclar el champú con la gomina.
¿Quieres evitar la normativa sobre líquidos? Sustitúyelos por sólidos. Hoy en día puedes encontrar fácilmente casi cualquier cosa en barra. Y eso sí que es ecológico.
Aprovecha la maleta de mano
Hoy en día, mucha gente opta por el equipaje de mano, ya que se puede subir a los aviones. Elige una mochila o bolsa que sea fácilmente plegable para que quepa debajo del asiento del avión. Yo prefiero las que tienen diferentes compartimentos para que sea fácil organizar mis pertenencias y separar los líquidos del resto de artículos. Por supuesto, independientemente del modo en que viajes, nunca debes colocar en tu equipaje la cartera, el pasaporte, los documentos de viaje y de visado o los medicamentos importantes. Guárdalos en tu equipaje de mano para tenerlos a mano y no perderlos.
Consejo: Prepara un kit de viaje personalizado. Yo siempre llevo auriculares para escuchar música, un libro (aquí tienes algunas recomendaciones), algo de picar y una botella de agua.
La vida en tiempos de COVID: artículos imprescindibles
No sabemos cómo se seguirá desarrollando la pandemia, pero lo que está claro es que hay artículos que ahora son indispensables.
En primer lugar: las mascarillas. Sugiero viajar con una mascarilla quirúrgica y llevar algunas de repuesto. Se pueden romper los cordones o perder eficacia, así que siempre es bueno tener varias a mano. Guarda tu mascarilla en una bolsa cuando no la uses para mantenerla limpia. Puedes protegerte aún más llevando gafas sobre la máscara. Si ya las llevas, estupendo; si no, puedes utilizar unas gafas de sol.
Lleva tu propio desinfectante de manos para estar seguro y guárdalo a mano. Lleva toallitas desinfectantes para limpiar las superficies, como las bandejas, las sillas, los pomos, etc. Añade un termómetro a tu kit. Podrás controlar tu temperatura de inmediato si estás en contacto con alguien infectado.
Consejo: Algunos países exigen documentos especiales para entrar. Acuérdate de rellenarlos de antemano y guardarlos bien. Si eres de los que olvidan su bolígrafo y se lo piden a un desconocido: ¡deja de hacerlo ya! Llevar tu propio bolígrafo reduce el contacto y por lo tanto los contagios.
Por último, ¡no olvides la app de Omio! Con ella podrás acceder a todos tus billetes electrónicos y a las opciones de pago contactless. Puedes consultar nuestra Pestaña de Seguridad para recibir todas las actualizaciones de viajes de Covid-19 directamente en tu smartphone.
El COVID añade dificultades a los viajes, pero Omio te enviará avisos de viaje y precauciones para mantenerte a salvo.
Y ahora, ¿adónde vamos?