Turín es una de las grandes ciudades barrocas de Europa, llena de bulevares, galerías o enormes plazas con edificios de los siglos XVII y XVIII. Los duques de Saboya la nombraron capital entre 1572 y 1865, construyendo un buen número de iglesias y palacios diseñados por Guarino Guarini y Filippo Juvara, dos grandes de la arquitectura barroca. Los duques de Saboya supervisaron todas las obras, además de llevar el controvertido Sudario de Turín a la Catedral de San Juan Bautista en 1578.
Edificaciones como el Palazzo Reale o el Palazzo Madama se han convertido hoy en las mayores atracciones de Turín. Ahora son museos que acogen obras maestras del Renacimiento, gobelinos y armaduras. La Basílica de Superga, en la cima de una colina, presenta un juego de cúpulas, columnatas y campanarios digno de admiración. Por otra parte, el Pabellón de caza de Stupinigi guarda en su interior una estupenda colección de artes decorativas que perteneció a los Saboya.
Cuando la capital de Italia se trasladó a Roma, en 1870, Turín se convirtió en un centro industrial poco a poco. A finales del siglo XX, la ciudad era famosa sobre todo por los coches Fiat y los equipos de fútbol. En los últimos años ha sufrido una profunda transformación, sacando a la luz los rincones más olvidados. Esta remodelación ha corrido a cargo de Foster + Partners, Carlo Mollino y Pier Luigi Nervi. Obras contemporáneas que invitan a reflexionar se exponen en la Fondazione Merz y en el Museo de Arte Urbano. Turín continúa teniendo un belleza majestuosa, combinando su arquitectura histórica con un estilo nuevo.
Dónde comer
Como en la mayoría de ciudades italianas, la gastronomía de Turín habla por sí sola y tiene alguna que otra especialidad local bajo la manga. En 1786, esta ciudad presentó al mundo entero el famoso vermut como aperitivo, que sigue siendo todo un clásico en los bares elegantes. El chocolate también es uno de los protagonistas más claros, presente por ejemplo en el bicerin (una bebida a base de chocolate caliente, servida con café y crema de leche), que puedes probar en el Caffè Mulassano; o la gianduja (un rico chocolate con avellanas), que ofrecen en elegantes chocolaterías como las de Guido Gobino.
Las trattorias como Fratelli Bravo y Della Posta resultan muy acogedoras. Son famosas por sus humeantes platos de taglierini con ragú de carne o trufa rallada, acompañados por una copa de vino Barolo. En Turín hay una sede muy importante también del movimiento internacional slow food, mostrando su compromiso con los productos locales, de temporada y la cocina regional. La tienda de delicatessen Eataly Turin Lingotto, ubicada en una antigua fábrica, cuenta con varias cafeterías de slow food a buen precio. Desde pizza hasta marisco, puede ser una estupenda opción para comer.
Qué hacer
En cuanto al escenario de vida nocturna, en Turín encontrarás muchos planes atractivos. Puedes tomar un aperitivo en sus elegantes bares estilo belle époque, donde podrás probar un cóctel negroni acompañado de stuzzichini, como embutidos o queso Fontina del Valle de Aosta.
El Caffè San Carlo es toda una institución en la ciudad, cuyo interior sigue una estética belle époque con mármol, elementos dorados y lámparas de araña. Durante el día es un lugar de reunión entre señoras distinguidas, que toman chocolate y pasteles. En cambio, a medida que llega la hora del aperitivo el ambiente cambia, acogiendo a hombres de negocios y turistas. Entonces el queso, los embutidos y los cócteles negroni recogen el relevo. Si el tiempo acompaña, también puedes disfrutar de tu bebida en la terraza.
En el barrio de Lingotto, la fiesta suele ir más encaminada a clubs con música techno. Muchos jóvenes frecuenta las cervecerías y las enotecas de Vanchiglia, un animado barrio lleno de estudiantes.
Hay mucho que hacer al aire libre, por lo que te recomendamos que cojas una bicicleta de alquiler y vayas pedaleando por todo Turín. El tramo para las bicicletas que transcurre junto al río Po pasa por los jardines botánicos, así como por la réplica medieval de la ciudad que hay en el Parco del Valentino. Si eres aficionado al senderismo es mejor que viajes en verano, cuando se pueden hacer excursiones a los lagos y picos del Parque Nacional del Gran Paradiso, a solo una hora de la ciudad.
Por otra parte, Turín es un excelente punto de partida para las estaciones de esquí de los Alpes italianos. Sestriere y Sauze d’Ouxl, una ciudad muy animada, se encuentran a corta distancia en las enormes estaciones de la Vía Lattea. ¿A qué es ideal para una escapada de fin de semana? Un poco más arriba del Valle de Aosta está la estación de Courmayeur, célebre por su pista de más de 20 kilómetros solo para expertos, Vallèe Blanche. Chamonix se sitúa ya en Francia, a los pies del Mont Blanc.
En el corazón de la ciudad te toparás con la bella Piazza Statuto. Credit: Gabriel Rambaud/Unsplash Pasea tranquilamente por el Parco Del Valentino. Credit: Shutterstock
Dónde dormir
B&B Terres d’Adventure
Los hoteles en Turín van desde los alojamientos lujosos de cinco estrellas hasta los más sencillos, con muchas opciones atractivas en medio. El B&B Terres d’Adventure es una de esas alternativas. Cuenta con un mobiliario moderno y baños propios de una mansión del siglo XVII. Cada mañana se ofrece un desayuno con café y pasteles, pero lo mejor es la situación tan céntrica que tiene. Está a pocos minutos caminando del museo de arte de Palazzo Madama o el Palazzo Reale, así como numerosos restaurantes y tiendas.
Los viajeros con estilo se alojan en el B&B Terres d’Aventure. Credit: B&B Terres d’Aventure/Booking.com Los diseños llamativos harán que tu estancia en el B&B Terres d’Aventure sea inolvidable. Credit: B&B Terres d’Aventure/Booking.com
Art Hotel Boston
Algo más alejado del centro de la ciudad, el Art Hotel Boston se levanta en el barrio encantador de Crocetta, conocido por su arquitectura art nouveau. Cada habitación tiene una temática diferente, con obras de arte, retratos fotográficos o incluso cocodrilos a tamaño real colgando del techo. También cuenta con un jardín apacible y el desayuno está incluido en el precio. Las paradas de tranvía y los bares más de moda de San Salvario están muy cerca, mientras que al Palazzo Reale se llega en 20 minutos a pie.
En las habitaciones del Art Hotel Boston tendrás “dulces sueños” seguro. Credit: Art Hotel Boston Art Hotel Boston es un paraíso en cuanto a relax. Credit: Art Hotel Boston
Hotel Tourist
Si buscas una estancia asequible a las afueras de Turín, el Hotel Tourist ofrece buenas conexiones con el estadio de la Juventus. A los huéspedes les llaman la atención las sillas y los sofás de cuero, estilo Le Corbusier, o las anticuadas llaves para las estancias. Estas habitaciones cuentan con suelos de parqué, ropa de cama blanca y detalles en rojo. Los aficionados al fútbol encontrarán una forma sencilla de llegar hasta el estadio.
Los tonos monocromos del Hotel Tourist son perfectos para una foto. Credit: Hotel Tourist En las habitaciones, la luz es tenue y las cortinas son opacas, perfectas para un merecido descanso. Credit: Hotel Tourist