Cuando casi todo el hemisferio norte lucha contra la tristeza invernal, es hora de ir a un lugar luminoso y cálido. La luz del sol levanta el ánimo, combate la depresión y nos da un pequeño empujón para empezar el año.
Con la friolera de 3.000 horas de sol al año, las Islas Canarias son el lugar perfecto para escapar de la pesadumbre del invierno peninsular. Las temperaturas en invierno pueden alcanzar los 25 grados en las islas meridionales, mientras que las septentrionales son ideales para practicar deportes al aire libre como el senderismo y el ciclismo. Si a esto le añadimos una cultura y una gastronomía increíbles, selvas que parecen sacadas de Parque Jurásico, playas de arena volcánica y gente amable y acogedora, tenemos la escapada invernal ganadora.
Los vuelos a las Islas Canarias desde España son asequibles todo el año y, una vez allí, puedes cambiar de isla en ferry. Queremos que vivas una experiencia canaria completa, así que hemos adoptado un enfoque cuádruple: naturaleza, playas, cultura y gastronomía. Al final de tu escapada, serás un experto en cosas que hacer en Canarias, en las siete. ¡Vámonos!
Las Islas Canarias a través de su naturaleza
El invierno es, sin duda, la mejor época para explorar la impresionante naturaleza de las Islas Canarias: con temperaturas suaves, el senderismo es mucho más agradable. Las Islas Canarias y sus paisajes se definen por sus volcanes. Cuatro de ellos siguen activos. Esto hace que los paisajes parezcan sacados de Marte donde quieras que te encuentres. Muchos parques nacionales cuentan con una flora y una fauna muy variadas, y te sentirás como en otro planeta. Bordeadas por el océano Atlántico, Canarias es también un lugar ideal para practicar actividades al aire libre como surf, kitesurf, senderismo o submarinismo.
Estés donde estés en las Canarias, nunca estarás lejos del Teide, en Tenerife, el pico más alto de España con 3.715 m de altura. Sus numerosas erupciones han producido 1.000 especies de invertebrados y 168 plantas diferentes. Sus singulares formaciones rocosas se extienden por sus 19 hectáreas y el parque ofrece 41 rutas de senderismo entre las que elegir. En el parque de Timanfaya, en Lanzarote, encontrarás un ambiente similar: se trata de otro volcán activo que entró en erupción por última vez hace 300 años, tiñendo sus rocas de rojo, naranja y amarillo. Apenas encontrarás vegetación, ¡pero te sentirás como en la luna!
Las Islas Canarias cuentan con algunos bosques y selvas que te recordarán que, a pesar de ser territorio europeo, está más cerca del continente africano. El Parque de Garajonay, en La Gomera, es un fascinante bosque de laurisilva con retorcidas ramas cubiertas de musgo. Su microclima lo convierte en un entorno mágico que podrá descubrir en sus 18 rutas de senderismo. ¿Te sientes especialmente aventurero? Sube al Alto de Garajonay, su montaña más alta, con 1.400 metros. El Bosque de los Tilos, en La Palma, es una explosión de biodiversidad, una tranquila selva a 24 kilómetros al norte de la ciudad de La Palma con dos rutas principales de senderismo, una de las cuales lleva hasta unos manantiales naturales.
En la pequeña isla de El Hierro encontrarás el valle de El Golfo, único en su género por estar abierto al océano, al abrigo de acantilados de 1.000 metros de altura. Sube al Mirador de Jinama, de 1.200 metros de altura y cubierto perpetuamente de nubes, y contempla el blanco y esponjoso mar que lo rodea. No te pierdas el monumento natural de Los Órganos, en La Gomera: el lento enfriamiento de los materiales volcánicos da a este acantilado la forma de un enorme órgano de iglesia solo visible desde el agua. Puedes reservar una excursión en barco para admirarlo.
Las Islas Canarias a través de sus playas y piscinas
Las Islas Canarias son probablemente más conocidas por sus condiciones paradisíacas, un lugar donde puedes ir a tumbarte al sol, darte un baño y emborracharte durante el día en sus hoteles con todo incluido. Si quieres desmarcarte de los lugares más turísticos y encontrar algunos rincones alternativos para deleitarte con el templado invierno canario, toma nota de nuestras recomendaciones de playas y piscinas de Canarias.
La Playa del Aljibe, en Fuerteventura, es una de las pocas de arena blanca de las islas, abierta al océano y rodeada de altos acantilados. Encontrarás muchas olas si te gusta el surf, pero no te aventures demasiado en el agua si no eres un nadador experto. ¿Viajas con niños? La Playa de la Calera, en La Gomera, es más relajada, con aguas tranquilas. Además, tiene algunas de las puestas de sol más instagrameables.
Trasladándonos a Tenerife, la Playa Benijo, en el norte de la isla, es espectacular y perfecta para los que realmente quieren desconectar. La Playa de Famara, en Lanzarote, es una majestuosa belleza que se extiende a lo largo de casi seis kilómetros bordeando un peñón, y una de las favoritas de los surfistas. Cuando la marea está baja, el sol se refleja en la arena mojada creando un enorme espejo.
¿No te gusta la arena? El Charco Azul en La Palma es una piscina natural de surrealistas aguas turquesas, protegida del oleaje oceánico y con todas las comodidades de un hotel: piscina infantil, duchas, escaleras, etc. El Pozo de las Calcosas en El Hierro es una acogedora bahía natural. No te pierdas el pueblo y sus casitas ancestrales construidas con materiales en desuso.
Canarias a través de su cultura
Es un hecho poco conocido que las Islas Canarias fueron la primera parada de los conquistadores en su camino hacia la colonización de gran parte del mundo en los siglos XV y XVI. La historia de Canarias es fascinante y refleja mucho de lo que ocurriría después en América. Esto aún es visible en algunas ciudades antiguas como San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife, donde las calles han permanecido tal y como eran en el siglo XVI. Las mansiones coloniales están pintadas de colores pastel y sus patios se abren a pequeñas boutiques y restaurantes. Si te parece que estás en el Caribe, hay una buena razón para ello: el pueblo sirvió de modelo para construir ciudades latinoamericanas como La Habana (Cuba) y Lima (Perú). La totalidad de San Cristóbal ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si visitas Lanzarote, explora la obra de César Manrique. Este artista multidisciplinar y arquitecto utilizó su arte como una carta de amor a su tierra natal, y construyó muchas instalaciones y edificios que se integraban en la naturaleza de la isla, en lugar de perturbarla. Los Jameos del Agua son probablemente el mejor ejemplo de ello: Manrique tomó cuevas volcánicas y las convirtió en un espacio comunitario con lagunas interiores, restaurante y sala de conciertos para los lugareños. También puedes visitar su antigua casa en Tahíche, sede de la Fundación César Manrique.
El legado colonial de los primeros españoles también se aprecia en los cascos antiguos de Valverde, en El Hierro, o el barrio de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria, pero Canarias también ha atraído a pobladores de otras nacionalidades. El explorador normando Jean de Bethencourt llegó a Fuerteventura y fundó la ciudad de Betancuria, situada en un valle interior, en 1404. Visita las ruinas del Convento de San Buenaventura o el Museo Arqueológico. Este último muestra la vida de los guanches, los habitantes indígenas de las Islas Canarias.
Si tienes la suerte de visitarla en febrero, baila en el Carnaval de Gran Canaria. Esta explosión de color y alegría en las calles, que se remonta a 1574, dura toda una semana y culmina con una gala en la que se elige a la Reina del Carnaval. Para una escapada única, visita el pueblo de Hermigua, en La Gomera, donde la gente aún se comunica en un lenguaje ancestral de silbidos. El silbo gomero está protegido por la UNESCO y aún se enseña en las escuelas de la isla.
Canarias a través de su gastronomía
Con este pasado colonial, tan cercano a las culturas africana y europea, probablemente puedas imaginar que la cocina de las islas Canarias es un suntuoso batiburrillo de sabores y texturas. En la última década, se ha convertido en un paraíso gastronómico, con varios restaurantes que ostentan una o dos estrellas Michelin.
Al vivir en un archipiélago, los canarios pescan durante todo el año. Encontrarás muchos restaurantes con pescado y marisco recién capturado, sobre todo vieja, mero o jurel. Otros platos típicos son el gofio, la sopa de berros, los bubangos rellenos y las papas asadas con mojo, una salsa local picante. La comida es una parte importante de la identidad y la cultura canarias, y les encanta compartirla con los visitantes.
El Risco, en Famara, Lanzarote, es un buen ejemplo de ello. Este restaurante canario por excelencia con vistas al océano da un giro moderno a la comida tradicional, con productos de los mercados locales. Situado en Tenerife, Etéreo by Pedro Nel mezcla la cocina española y canaria con los sabores de su Colombia natal, centrándose en la carne.
Acércate a Maguja, en Gran Canaria, donde el chef Braulio Rodríguez utiliza productos locales para crear los mejores arroces de la isla, o dirígete a la última planta del Hotel Bohemia para disfrutar de una comida con vistas a Maspalomas en Rte 360º. El chef Juan Bertoli da a cada plato un alma y una historia, y Raimundo Palomar prepara los mejores cócteles de la ciudad.
¿Quieres una experiencia aún más auténtica? La Chalana en La Gomera es un chiringuito con un ambiente muy informal que se centra en el marisco a precios asequibles. El Refugio, en El Hierro, ofrece pescado fresco a diario; no te pierdas sus opciones a la parrilla, ¡incluidos sus churros de pescado!
La Jaira de Demian, en Fuerteventura, es un gastrobar moderno con muchas opciones sin gluten. Los precios son asequibles y los platos, una delicia. Por último, Lilium, en Arrecife, Lanzarote, ofrece una terraza con vistas al puerto deportivo y una actualización de platos canarios como las croquetas de plátano y la ropa vieja.