Recomiendo elegir el tren directo de Ámsterdam a Rotterdam, que solo tarda 40 minutos. Otros trenes regionales hacen bastantes paradas por el camino. De todos modos, se agradece muchísimo que haya tanta frecuencia de trenes con salidas puntuales, nunca hay que esperar mucho rato en la estación. Dentro del tren, hay espacios designados para bicicletas, sillas de ruedas, carritos de bebé o maletas. Lamentablemente, en horas punta el tren se llena de gente y es imposible encontrar asientos libres. Yo misma tuve que hacer todo el trayecto de pie y sujetando las maletas como buenamente pude, ya que los espacios para equipaje estaban ocupados por otros pasajeros de pie. Además, el baño no estaba disponible durante mi viaje. Por todo esto, sumado a que usé el tren regional que hace muchas paradas, el trayecto se me hizo un poco pesado pero llegamos puntuales a Rotterdam.