La ciudad de los canales cuenta con 2 estaciones de tren: Venecia Santa Lucía y Venecia Mestre. La primera está situada en el centro de la ciudad, a orillas del Gran Canal y a 600 metros de la basílica de Santa María Gloriosa dei Frari. La estación de Mestre se ubica a 6 kilómetros de Venecia y conecta con Santa Lucía por medio de trenes regionales. Ambas estaciones facilitan conexiones directas con Roma, Florencia, Milán, Verona, Padua y otras ciudades italianas, así como enlaces sin escalas con Viena, Zúrich, Múnich e Innsbruck.
La gran mayoría de los trenes a Venecia llegan a la estación de Santa Lucía, principal eje ferroviario de la ciudad y una de las estaciones de ferrocarril más grandes de Italia. Su recinto conecta con otras áreas urbanas mediante diferentes líneas de vaporetto y dispone de numerosos servicios al viajero. Entre ellos, un supermercado, puestos de primeros auxilios, tiendas, cafeterías, agencias de viajes, alquiler de coches y comisaría.
Las compañías ferroviarias que operan trenes a Venecia desde otras ciudades italianas son Italo y Trenitalia. Las rutas gestionadas por Italo finalizan en la estación principal de Venecia, mientras que los viajes operados por Trenitalia concluyen tanto en la estación de Mestre como en Santa Lucía. Los trayectos ferroviarios a otros países desde Venecia corren a cargo de la compañías ÖBB Railjet, Deutsche Bahn DB y Trenitalia.
Aunque no hay conexiones ferroviarias directas desde España, es posible realizar un viaje combinado en ferry y tren desde Barcelona que, además de ser muy económico, es un atractivo turístico en sí mismo. Los ferries salen desde el puerto de Barcelona y llegan directamente a la ciudad italiana de Civitavecchia. La duración de este trayecto es de 20 horas y 30 minutos. Una vez en Civitavecchia, se puede tomar un tren de alta velocidad Frecciarossa o Frecciargento y llegar a Venecia mediante un transbordo en Roma-Termini. Este viaje dura poco más de 5 horas, tiempo de escala incluido.
Aquí hay lugares increíbles que la mayoría de los turistas pasan por alto. Entre ellos, el teatro de ópera La Fenice del siglo XVIII, cuyo fastuoso edificio sobrevivió varios incendios y vio estrenarse algunas de las famosas óperas italianas. Otro tesoro “escondido” es la isla de Burano, conocida por sus pintorescas casas de colores y prendas de encaje elaboradas artesanalmente por las mujeres del pueblo.
En los siguientes enlaces encontrarás más información sobre el viaje