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Málaga es la quinta ciudad más poblada de España y uno de los destinos vacacionales más populares de Europa, ya que cada vez son más los turistas eligen viajar a Málaga atraídos por su cultura, tradiciones, gastronomía y su buen tiempo. La capital de la Costa del Sol es un enclave multicultural que ha visto pasar a numerosas culturas desde sus origines, por lo que en sus calles pueden contemplarse monumentos de origen árabe, romano o cristiano. Lugares como el Teatro Romano de Málaga o la catedral de la ciudad son ejemplos de la rica oferta cultural que ofrece la ciudad, todo ello acompañado de museos de nivel internacional como el Centro Pompidou. Nadie debería perder la oportunidad de acercarse a conocer una ciudad que fusiona lo mejor del turismo de sol y playa con un ambiente moderno y multicultural.
Tren: Los trenes a Málaga hacen su llegada a la estación de María Zambrano. La estación es una de las más importantes de España y recibe la llegada de líneas de media y larga distancia así como del Ave Madrid-Málaga y cuenta con unas instalaciones de primer nivel que ofrecen todos los servicios necesarios como tiendas, restaurantes o salas de espera.
Autobús: Los autobuses a Málaga llegan a la estación ubicada en Paseo de los Tilos, a escasa distancia del centro urbano y justo a continuación de la estación de trenes de María Zambrano, lo que facilita la movilidad de los viajeros y la gran oferta de servicios.
Avión: Los vuelos a Málaga hacen su llegada en el Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol. Es uno de los aeropuertos más modernos y más transitados del territorio español. Recibe vuelos de todas partes de Europa debido a que es el principal punto de entrada de la mayoría del turismo proveniente del extranjero a La Costa del Sol. En el aeropuerto operan compañías como Iberia, Vueling o Air Europa.
Málaga es una ciudad relativamente grande, por lo que deben seguirse algunos consejos para aprovechar al máximo cualquier estancia en la ciudad. La principal zona de interés se encuentra en su centro histórico, un barrio que puede ser recorrido cómodamente a pie al no ser excesivamente grande. Por su parte, tanto el metro como la red de autobuses urbanos cubren los trayectos hacia cualquier destino, por lo que pueden usarse con total confianza.
En realidad, la mejor época para visitar la ciudad de Málaga depende de tus aficiones y expectativas de viaje. Con todo, los meses de marzo, abril y mayo son los más atractivos si nos basamos en aspectos como la climatología y el precio. En estas fechas, a caballo entre el invierno y el verano, te encontrarás unas temperaturas medias de 20 ºC, perfectas para visitar la ciudad y sus encantos. Incluso podrás darte algún chapuzón rápido en algunas de sus playas cercanas, aunque si buscas baños de sol y fiestas nocturnas, el verano es el mejor momento. Mucho más si tienes en cuenta que el 23 de junio tiene lugar la espectacular y divertida Noche de San Juan y, a mitad de agosto, la Feria de Málaga. Sin embargo, en este periodo la presencia de turistas aumenta y, desde luego, la tranquilidad es mucho mayor entre marzo y mayo. Otro atributo positivo es que, precisamente por ello, visitarás la ciudad en temporada media, por lo que los precios de los alojamientos y los restaurantes resultan más económicos. Es el mejor momento, además, para vivir una de las tradiciones más inolvidables del sur de España: la Semana Santa de Málaga.